martes, 13 de julio de 2010

Capitulo II


La noche era magica, las estrellas brillaban, el viento moviendo mi cabello de un lado otro, viendo los ojos de aquel joven apuesto, los grillos cantaban, si aquel joven me salvo de una caida dolorosa pero el al parecer no se salvo de una herida, sus ojos estaban tristes, habia llorado.
-lo siento mucho-me daba Tristesa saber que habia deramado lagrimas
-no se preocupe señorita Carmine, para eso estamos los hombres, pra cuidar a las damas-esa palabras retumaban en mis odios haciendo una melodia calida.
-gracias-me separe de el pero al parecer mis movimientos fueron mal, quedamos mas cerca de lo qu estabamos, los 2 nos quedamos callado, solo mirandonos a los ojos, sintiendo que el tiempo corria sin pensar en nosotros
-lo siento,- se separo d emi dulcemente quedando solo a cuatro pasos de mi-no ande por aca señorita, aqui la gente es un poco cruel
-gracias joven por advertime-le sonrie dulcemente.
-la acompañare hasta la plaza-me dio su mano y yo la tome, vi que su mano estaba sangrando
-la herida es muy profunda,por favor dejeme a ayudarlo como usted lo hizo conmigo-el solo me miro sorprendido y estiro su mano.
Lo lleve a la fuente mas cercana y le leave la mano, tenia razon la herida era muy profunda, el no me dejaba de ver, me sentia vigilada.
-es mentira-me dijo
-¿que es mentira?
-que las Cardonetti tienen un corazon de piedra, en Roma todos los decian-¿Roma?
-¿Roma?, si esta muy lejos de Venecia, ¿como nos conocen?
-casi en toda Italia hablan de las tres hermanas Cardonetti, de como murio su madre, su padre como llegoa hacer conde, su tia como es, muchas cosas mas. En Roma es donde se hablan mas de ustedes.
-yo y mis hermanas no tenemos corazon de piedra, la gente habla de nosotras por que no nos conocen, eso es todo, Listo ya acabe
Se miro sorprendido su mano y me dio una suave pero amiglable sonrisa, lo unico que podia ver eran sus ojos, no sabia en dias atras lo habia visto, traia un antifaz negro.
-sera mejor irnos, los ladrones viven por aqui-de nuevo me ofrecio su mano y yo la tome.
El tenia razon alguien nos seguia, tenia una capucha asi que no se le podia ver su rostros, sin darme cuenta el joven me tomo por la cintura atrayendome mas el. Saco su espada y se la puso al ladron en la garganta.
-ni te atrevas a hacer algo, porque sino moriras-el movimiento fue rapido. las espadas me encantaban pero mi padre me decia que solo eran de hombres.
El hombre se fue corriendo, no se si por temor, o por que vio otra persona para robarle.
-la gente de aqui es mala...
-¿como aprendiste todo eso?-me quede sorprendida
-¿de que habla señorita?
-el movimiento de la espada, quiero aprender, por favor ayudeme-el solo rio en tono de burla
-las mujeres no pueden con una espada, solo los hombres soportan el perso y tienen la velocidad para manejarla.- otra mas que se unia a mi padre.
-hay personas un poco ignorantes en este mundo, la velocidad es igual para hombres y mujeres, y no le voy a permitir que me hable asi.-me solte de su abrazo y me fui caminando.

Al llegar a la plaza estaba Paolo hablando con mis hermanas, al verme en su rostros aparecio una sonrisa angelical.
-¿donde estabas Carmine?-me replico Natalia.
-no quiero pelear en este momento.-sentia miradas hacia mi, voltie a ver quien era y vi a 3 hombres uno lo reconoci, el joven que me habia rescatado.
-sino aparecias, no, nos hiban a dar permiso mañana para venir
-yo tambien te extrañe Bianca
-veo que ya conociste a Paolo, el hijo del conde Adele Di santis-me anuncio Natalia.
-si ya lo conoci, creo que es hora de irnos.
-pero la carroza aun no llega, esperemos un momento-dijo Bianca
-mi carroza esta al otro lado de la plaza, si quieren las puedo llevar
-gracias Paolo, por favor nos harias ese honor
-si claro en un momento vengo-se fue corriendo, dejandonos a nosotras 3 solas en un silencio incomedo.
-ire a sentarme en banca-les anuncie, camine hacia la banca que estaba sola, todos se estaban divirtiendo, las risas sonaban por toda la plaza...
-lo siento por lo que dije-esa voz me encantaba escucharla.
-ya estamos a mano-le dije muy cortante
-¿me puedo sentar a su lado dama?
-adelante-sentia aquellas mariposas revolotenado en mi estomago.
-mi nombre es Diego y estoy...
-Carmine, es hora irnos-me anuncion Natalia.
-Diego, hasta luego. y creo que ya sabes mi nombre
El solo me sonrio
-hasta luego Carmine-su voz calida
Esta noche si era una de mis preferidas, omitiendo algunas cosas...
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Hola!! espero y vse encuentren bn les tratare de subir pasado mañana bueno se cuidan muxo bye

2 comentarios:

  1. wiw!!!
    me encanto tu blog!!!
    ingrid te admiro!!!
    sigue publicando
    q quiero saber mas!!!!!
    bezzhohzz naty

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  2. muy buena historia!!!! sigue escribiendo es la primera vez que visito este blogg iingrid y de verdad siempre me dejas con ganas de mas!!!

    AHHH!!!!

    Por favor sube pronto!!!

    Besoss

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Gracias por tu comentario son la fuente por lo cual escribo