Capitulo III

Al llegar las velas estaban por toda la casa, iluminando cada rincon, como esperando nuestro regreso, pero sentia algo muy diferente, mi casa, esa armonia ya no era igual, aun con el Antifaz y el vestido, no sacaba de mi mente a Diego, Diego, Diego.
Su voz aun rezinaba en mi cabeza como la mas hemosa melodia, sus ojos de un cafe oscuro llenos de varios senteminetos, pero mas el dolor, sus labios perfectos como ls brisa del mar, cada parte de su ser es incorreglible, no, no podia sacarlo de mi mente, -ya basta Carmine, tu no puedes pensar asi- me fui corriendo a mi cuarto, quiero estar sola, ser la unica que sepa que algo muy raro estoy sintiendo, al llegar a mi cuarto vi que las puertas de el balcon estabn abiertas, el cuarto estaba frio, era un cambio muy extraño, tengo que salir a tomar un poco de aire, me dirige directo a mi blacon siendo inoptizada por la luna llena, la calle estaba sola, solo 3 chicos, y si era Diego, no, no podia ser el, ¿que va hacer aqui?, solo son falsas ilusiones.

Los 3 jovenes volteraon a verme, se me quedaron viendo por unos minutos, dijieron algo y empezaron a caminar hacia nuestra casa, no, son ladrones, tengo que avisar a los sirvientes, pero no podia mover ninguna parte de mi cuerpo, mi corazon latia desesperadamente.

Se pararon justo al frente de mi balcon, el miedo corria por venas...
-buenas noches señorita Cardonetti-dijieron los 3 a la vez.
-bue... buenas... noches-estaba nerviosa sin saber por que.
Empezaron a caminar pero el ultimo hombre levanto su rostro, si era el, Diego, me sentia nerviosa al verlo.
-buenas noches... Carmine-otra vez me dedico la sonrisa mas hermosa en este mundo.
-buenas noches Diego
-la vere mañana en la plaza señorita, hasta luego-despues de eso empezo a caminar, la sonrisa no se quitaba de mi rostro al recordalo me hacia la mujer mas feliz.
-mmm... con que un novio.-esa voz, no no podia ser ella, estoy metida en una grabe problema.
-esto lo sabra tu padre...
-tia, por favor no hice nada malo- si, tengo miedo que le diga a mi padre, una jovencita de corta edad con novio no es posible.
-eso no lo demuestran tus actos Carmine- la vos se le eschuba aun mas fuerte de lo normal, esta vez si estaba enojada.
-tu no tienes derecho a decir nada, tu no eres nuestra madre, ya basta que me quieras ser la vida imposible. Es suficiente, todo lo sabra mi padre. - siempre queriedo tomar el lugar de nuestra madre.
-muy mal Carmine, no debiste decir nada- se fue acercando poco a poco, en sus ojos se veia la
rabia.
-tia, ¿que pasa aqui?-o no era la voz de Bianca-tia
-vete a tu cuarto, ahora Bianca
-tia pero
-te dije que ahora niña-no, a Bianca no le gritaba asi.
-Bianca vete a tu cuarto esto yo lo arreglare-Bianca me hizo caso y se fue, estaba enojada, a mi
hermana nadie le gritaba- a Bianca no le vuelvas a gritar.
-¿y tu quien eres para decirme cosas?
-simplemente soy la hijadel conde Cardonetti y soy hija de una de las mas bellas mujeres que existio en este pueblo, soy hija de Alice, asi que no permitere que nos hagas daño-estaba arta de todo esto, se acerco aun mas rapido se paro al frente de mi. Sin esperarlo me dio una bofetada,
el dolor era fuerte como para derramar lagrimas pero no al frente de ella.
-¡¡¡que pasa aqui Adele, por que golpeas a mis hijas!!!-la voz era de mi padre, habia llegado.
-Damiano, pero... que haces aqui tan pronto-le dijo mi tia
-responde mi pregunta Adele-le exigio mi padre
-esta bien te dire,... fue un desastre... no sabes lo que paso... Carmine esta de novia, ni siquiera con el hijo de un conde... con un simple sirviente... siempre con su rebeldia... ya no puedo mas...
en un dia estos me enfermare y morire-las lagrimas salian, era tan falsa.
-¿es cieto Carmine?, tienes novio-solo me quede callada,-¡¡CONTESTAME!!-era la primera vez
que me gritaba mi padre.
-no, no, no tengo novio, tu sabes que nunca faltaria a tus reglas, padre tienes que creerme...
-entoces quien era el joven que estaba abajo de tu balcon, - como supo eso mi tia
-ni siquiera lo conosco, solo me dijieron buenas noche, padre creeme por favor-lo mire a los ojos y el estaba muy enojado.
-por ahora no tendras un castigo, pero si me entero que es verdad...
-padre nunca lo haria- despues de todo eso los 2 salieron de mi habitacion, aun no podia quitar
esa sonrisa, esos ojos, esos labios, no podia quitar a Diego de mi mente, espero y verlo mañana.
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Hola!! bueno espero y les haya gustado el cap. se que es un poco corto pero en el siguiente cap.
estara mejor!! bueno se cuidan bye!!